Archive for the 'Retro-Ficción' Category

Final Feliz…

No sé por qué razón los colectivos y la lluvia me obligan a pensar… Deben ser los viajes, todo viaje con su comienzo y su final…

En particular los finales… Los finales felices. ¿Qué son los finales felices? Chico conoce a chica, chico se enamora de chica, peripecias varias, chico se casa con chica, o viceversa… Es más, hasta puede cambiarse el orden…

Hablando con un amigo, él me decía, tengo menos finales felices que las historias de Lovecraft… De ahí surgió la disquisición… Una historia, otro día lluvioso, un verano, y una chica… Pasó un vaso de cerveza y siguió la historia… El momento más perfecto, tal vez digno de una película romántica de 8 p.m. Como dije antes, chico, lluvia, la chica perfecta, el beso perfecto… Cómo terminó esto, se preguntarán… Con gente malintencionada que metió la cuchara, y una novia incrédula que confió en los que se la querían dar vuelta y no en el que la quería… Por eso lo de los finales felices…

Ese es el problema, contrarresté yo… Uno lo único que quiere es una chica medianamente linda, lo suficientemente tierna para que nos banque nuestras pelotudeces, al menos eventualmente… Sin embargo, siempre terminamos con las manos rotas y los corazones vacíos, y viceversa…

Tal vez el problema es otro… Los finales felices son escasos… Y duran poco… Y así son historias dentro de historias, viajes dentro de viajes… Un viaje se termina, toco el timbre y me bajo…

Caminantes de la noche…

La oscuridad de la calle Maipú lo cobijaba con su manto negro. Él caminaba rápidamente. Le encantaba hacerlo. El ácido láctico hacía arder los músculos de sus piernas, y eso lo hacía sentirse vivo.

Vivo, casi no podía recordar la última persona que lo había hecho sentir así… Habían pasado muchos años, muchas vidas, muchos kilómetros.

Sin embargo, cada tanto los recuerdos lo atacaban. En esos momentos, la recordaba como si hubiera sido ayer. Ella, con sus ojos tristes, su sonrisa emotiva, su pelo dorado, agitado por el viento, su figura delicada. Anna era su nombre…Tanto tiempo…

También recordaba a Amanda, la mágica seducción que tenía esa mujer. Esa mirada que invitaba a pensar en placeres extraterrenales. Y en su perdición…

Pensaba cada vez más en ese momento en que Amanda lo llevó a ese mundo. Que lo introdujo a lo que era hoy. Que lo alejó de Anna, de su madre, de su familia…

En esas noches en las que el pasado lo atacaba, la única solución era salir a la calle a perder sus penas en el camino. Y eso iba a hacer esta noche…

Encontró a la persona perfecta. Estaba sola, y buscaba a alguien que la acompañara. Después de tanto tiempo, se aprende a leer a las personas. Sin embargo, no se había percatado de la presencia que la cuidaba…

Con la sutileza de un ser etéreo, se acercó. Era simple su vida, era un asesino. Eso lo alejó de su vida pasada, así como de Anna. Aún recordaba su mirada temerosa cuando le ofreció ser como él. El momento cuando supo que ella jamás lo entendería… Aún recordaba su último gemido de dolor, mientras él lloraba, y a su vez la bebía…

Como estaba haciendo ahora con su nueva víctima… Clavó sus dientes en su cuello y dejó que el sabor cálido y salado de la sangre lavara sus recuerdos…

Porque era un asesino, un vampiro, un muerto en vida, un caminante de la noche, y como le dijo Amanda, eso nunca más podría olvidarlo…

Alvidá

Un par de rayos de sol se asoman por la persiana de mi habitación. Son las ocho y media. Vos ya no estás…

Parece que fueran años desde que te fuiste, y sólamente hace media hora. Junto lo que quedó de mi ropa tirada por el suelo, la tuya se fue con vos. Acomodo las sábanas, borrando tus gestos, tus movimientos, tu sueño, tu risa…

Lo único que queda de anoche es un envoltorio de helado. Tu perfume ya lo limpió el aire fresco de la mañana. Tu recuerdo ya lo limpió mi mente. Tus rastros ya los limpié yo…

Alzo ese envoltorio de helados, sabiendo que es lo último que queda de nosotros… Te limpio, te desaparezco, suavemente borrándote de mi mente. Borrándote de mi pasado, de mi presente y de mi futuro.

El final, el adiós. Juntos. Separados. Inexistentes. Vos y yo. Vos. Y Yo.

Tan cerca, tan lejos

No te amo… Al menos, no te amo más, le dije…

¿Estabas enamorado de mí cuando nos pusimos de novios? rápida retrucaste. No, te contesté, pero esta vez es distinto…

Cómo le podía explicar cada una de las cosas que yo sentía. Que la necesitaba… Pero que la necesitaba lejos. Que no podía vivir sin ella, pero que me había acostumbrado a no tenerla al lado.

Que la búsqueda me había consumido, y en el lugar donde había un corazón listo para abrirse en otras épocas, ahora sólamente quedaba una zona gris, una muralla, quién sabe si infranqueable, pero al menos prevenida contra ella…

No puedo estar con vos, le dije. ¿Por qué? respondiste

Podría haberte dicho la verdad, pero se me hizo difícil… Me limité a mirar la fuente.

De golpe los bancos de esa plazoleta que marcaba la entrada del parque Sarmiento se hicieron infinitamente largos, y a la vez, demasiado pequeños… Tampoco ayudaba la sensación de soledad de ese lugar, que tenía la mágica propiedad de neutralizar la existencia de civilización, a pesar de estar a treinta metros de la avenida…

Debo confesar que el final de esta historia no lo conozco, jamás te pregunté en qué pensabas en ese momento… Ambos nos perdimos y nos ahogamos en el agua de esa fuente, en el silencio de los árboles, en la madera de los bancos…

Te acompaño al ómnibus, dije finalmente… Y jamás volvimos a hablar del tema… Sigo sin saber cómo decirle las cosas, y sigo sin bajar la guardia…

Historias de taxi…

Se sentaron ambos, separados, como si lo que estaban haciendo estaba mal… Al Nuevocentro, dijo él.

Él siempre era el que hablaba, porque ella no conocía la ciudad. El auto era un Peugeot 504, uno de los tantos que amarillos pueblan la ciudad, excepto los días de lluvia…

El espacio entre ambos se había vuelto amplio, como si este vehículo tuviera la magia de parecer más grande desde adentro que desde afuera. Él jamás se había sentido como lo hacía en ese momento… ¿Estaría enamorado? No, tal vez era el hecho de que todos los habían plantado, y sólamente habían quedado ellos solos para salir ese día… Y eso lo ponía nervioso, no estaba acostumbrado a tratar con mujeres, en parte a que era alumno de un colegio de curas, sólamente para varones, ella, en cambio, como todas las mujeres, tenía ese saber innato para hacer que las situaciones se volcaran como ella quería…

Llegaron al cine y vieron una comedia, una de tantas, sin demasiada trascendencia, de esas que pasan por el cable por enésima vez hoy, los sábados a la noche…

Sin embargo, el taxi de regreso tuvo otra magia, el espacio se hizo estrecho para ambos…

Ella apoyó la cabeza en el hombro de él… A su corta edad, era la primera vez que le pasaba…

¿Estás cansada? le preguntó él, sin saber demasiado qué hacer… Un poco, contestó ella…

Siguieron en silencio por cinco cuadras… Él disfrutaba la sensación, y sintió la necesidad de acercarse a la boca de ella… Lo hizo muy lentamente, saboreando el momento, y sabiendo que si la interpretaba mal, el problema iba a ser más que hacerla enojar… Se conocían de hace mucho tiempo…

Nada ocurrió en ese taxi…

Mucho tiempo después, ella le dijo «Los besos no se piden, se roban» y desde entonces, esa frase le quedó retumbando en la mente. Sin embargo, esos 40 minutos en ese auto fueron los mejores de su vida…

Cómo siguió su historia, me preguntarán… Ambos siguieron su camino, siendo buenos amigos a la distancia… Ella jamás supo cuánto la amaba, él jamás se enteró que ella lo necesitaba…

Dame la mano…

Vos, sí, vos, a vos te hablo…

Sólo por hoy decí lo que sentís, hacé lo que pensás

Decíle que la amás, decile que no soportás estar sin él, decile que querés que lo imposible se haga real, que no hay nada que te pueda frenar, decíte eso a vos mismo

Renunciá a ese trabajo ingrato, dejála a la puta esa que te engaña, alejate del maricón que te pega, decíles que sí a los que te dicen que no, y a los que te dicen que no vas a poder, demostrales lo contrario…

Escuchá la música que te gusta, llamá a tus amigos olvidados, cantá en la peatonal, caminá por los cordones de las veredas, jugá con las sendas peatonales, tirate en el parque en una loma…

Esperála a la salida, preguntále el nombre, date el lujo de que te crea un acosador, o un romántico, mirála a los ojos, robále un beso, está más cerca de lo que pensás…

Leé un buen libro, andá al cine sólo y después invitate a comer…

Tomá el tiro decisivo contra la chicharra, tiráte al green, pegále de mitad de cancha, rematá con fuerza, andá de frente a conseguir un try…

Como dice el tango, vení volá… Ya sé que estoy piantao, pero no me importa, cantemos por la risa, cantemos por el llanto, no vaya ser que mañana el buen Señor te lleve, como dice Aerosmith…

Dale, animáte, sólo por hoy, aunque sea una vez…

Dame la mano…

Saltemos…

(O muramos en el intento…)

Números…

Estudio para un parcial de modelos numéricos, los métodos para resolver infinidad de problemas. Todos esos problemas que los pensadores encontraron las formas, las estrategias, los secretos para encontrar sus soluciones…

Al oído me hablan Gauss, Cholesky, Jordan, Seidel, Taylor, McLaurin y muchos más… Pero no me dicen lo que yo quiero…

Dicen que la máquina de Turing puede resolver cualquier porblema que se le presente, pero yo todavía no consigo que me resuelva los 800 kilómetros entre nosotros, los días que faltan para verte, los segundos en los que tuve la oportunidad de besarte, los años que pasaron, el tiempo que pienso en vos…

Y es el tiempo el que pasa, lo dejo pasar… Hace 4 días que no te veo, y sé que faltan muchos más que 4 para la próxima, pero no puedo dejar de calcularlos, de pensar en el método perfecto para acercarme a vos…

Aunque sea imposible… Mirarte a los ojos, contar las líneas de tu iris, tocar tu pelo largo, oir tus palabras, tus muchas palabras, contenerte y comprenderte…

Calculo los tiempos, los espacios, la distancia entre tus labios y los míos, la velocidad con la que me acerco, el tiempo que decide si me amás para siempre o si me odiás para siempre, porque en este tipo de emociones el límite siempre tiende a infinito, jamás constante…

Y te tuve al frente, convergimos, y ahora divergemos… Nuestros ejes se alejan, las distancias se suman, los recuerdos se restan, los sueños se multiplican y mis pensamientos se potencian… Mis fuerzas se dividen…

Y aunque resuelva mis incógnitas, y me acerque a la solución, todo termina siempre igual…

Con una indeterminación…

Nightmare

¿Cuál es la diferencia entre los sueños y las pesadillas, entonces? preguntaste

La misma que hay entre un romántico y un acosador… Depende en los ojos de quién lo mire, te contesté.

Eran las 4 de la mañana y seguíamos charlando, como siempre, como todas las noches… Siempre algún tema perdido y sin importancia que yo terminaba olvidando al otro día… Esas conversaciones que surgen solamente en la oscuridad de la noche, cuando la mente se deja divagar libre, evitando el descanso…

La cama estaba tibia, en parte, pensé, gracias a tu cuerpo… Me gustaba mucho estar así, tu rostro frente al mío y perdernos en esas conversaciones estériles, que nunca nos dejaban nada para el otro día… Pero eso estaba bueno… En especial porque hablábamos de todo y también de nada. Era como una especie de filosofía barata de madrugada lo que compartíamos los dos…

Entonces te acercaste un poco más a mí… Lo único que podía ver eran tus ojos. Siempre me perdí en tus ojos, no puedo evitarlo. Y después tus labios, que enmarcaban una boca perfecta, sin rastros de un pasado con aparatos… Seguiste acercándote, y me besaste… Y te besé, sabiendo que esto no iba a ser eterno… Pero no nos importaba… Pero no me importaba…

Dicen que lo bueno si breve es dos veces bueno, pero no es cierto… El saber que al llegar la mañana nos íbamos a separar era una sensación insoportable para mí. Pero era, tal vez, inevitable… Te besé aún más apasionadamente que antes, nos quedaba poco tiempo, que en cualquier momento la pesadilla nos dominaría…

Desperté. Sólo estábamos mi cama, la almohada y yo, en una oscuridad absoluta… Vos ya no estabas… Otra vez ese sueño recurrente, otra vez la pesadilla de despertar sin vos… Otra vez separarnos… Y otra vez esa maldita sensación de despertarme y continuar con ese recuerdo de lo que nunca sucedió…

Esa es la pesadilla, pensé, saber que cuando despierte, vos no vas a estar… Y va a ser hasta esta noche, hasta que termine la pesadilla de saber que lo nuestro es imposible… Aunque vos no lo sepas… Nos vemos en mis sueños…

El nuevo

Sus manos sudaban… Había pensado en esto por mucho tiempo, pero ya era tiempo de dejar de hacerlo…

Él siempre fue visto como «el nuevo», nadie lo recordaba de otra forma, tal vez porque era retraído, tal vez porque rara vez socializaba con nadie, tal vez porque todo el mundo lo veía así… Él era un adolescente no muy alto, un poco desgarbado, estudiante promedio, 7 más o menos…

Caminaba por el pasillo, una amplia galería con arcadas, construída de la manera antigua… Perfecto, pensó él…

Desde que llegó, no había conseguido llevarse bien con la gente. Tampoco lo intentó, no era su estilo… Alguna vez había escuchado a dos chicos mayores que él, hablando en la calle sobre la fórmula de la popularidad en el secundario. «Putas y futbolistas» había dicho uno, el otro asintió…

Tal vez tenían razón, pensó…

Durante ese año y medio desde que entró a esa escuela, no había recibido más que tristeza… Cuando podían, lo encerraban los del equipo de fútbol y lo golpeaban… Pero eso no era lo que más le dolía… Lo llamaban estúpido, anormal, deficiente, marica, pero eso tampoco era lo que más le dolía… Hasta lo hicieron quedar como un pervertido en frente de Sofía, una de las pocas personas que se habían acercado realmente a él para ser su amiga…

Miró a su izquierda y a su derecha, en cuatro minutos sonaba el timbre…

Llegaron al punto de insultar a su madre, que había muerto años atrás en un accidente… Y él pensó que con eso era suficiente, que no iba a seguir aguantando sus novatadas… Él podía defenderse físicamente, contra uno, dos, hasta quizás podía con tres, pero no podía con quince, y ellos nunca fueron menos… Decidió avisar a las autoridades, pero sólo consiguió que se hablara con dos o tres y nadie fue realmente sancionado… Cosas de adolescentes, pensaron… Y las cosas empeoraron… Los ataques continuaron fuera del instituto, cada vez peores… Y él no tenía a nadie a quién acudir.

El incompetente del director no iba a decirle nada por estar fuera del aula, y si lo hacía, iba a decirle que había ido al baño a tomar un remedio… De todas maneras, no había nada que fuera a hacerle que lo afectara realmente, tal vez sólo retrasarlo…

Su padre se había vuelto un alcohólico después de la muerte de su madre, y rara vez estaba consciente… Sólamente para las visitas de la asistencia social… Al menos no se acercaba a su colección de armas, sólo lo golpeaba a veces con el cinto, como lo habría hecho su abuelo con él en otro tiempo…

Cinco, era el momento… Cuatro, ahora iban a pagar por todo… Tres, nadie más se iba a reir de él… Dos, Sofía… el director… Juan, el 11… todos… Buscó bajo su buzo de canguro… Uno…

Se oyeron dos disparos, y comenzó el caos… Nada iba a ser igual… Nunca más…

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Bueno, esta retro-ficción al final la saqué medio forzada, porque hace rato quería armar este post. Tal vez viene sobre un tema polémico que no creo que todos opinen igual que yo, pero esto es lo que yo pienso, metiéndome un poco con el estudiante homicida, suicida o que simplemente odia su vida y no sabe cómo defenderse…

Estas cosas pasan, nos guste o no en nuestra sociedad que segrega a los que no son como el estándar, a los «distintos». Y no es culpa de Marilyn Manson(la música con mensajes violentos), ni del GTA(video juegos), ni de Pikachu(la TV), ni del hombre de la bolsa(loquesea)… Es culpa de todos un poquito… Ayer viendo el video de Teenagers de My Chemical Romance noté que estaban censuradas palabras como «murder»(homicidio) y «gun»(arma), y la frase (censurado)»what you got under your shirt will make them pay for the things that they did»(lo que traés bajo tu remera los hará pagar por lo que hicieron). Aquí hay una posible interpretación de violencia, pero no lenguaje vulgar. No seamos tan f***ing puritanos…

¿Quieren ver violencia? Les aseguro que la realidad de los noticieros es peor que la última peli de Schwartzenegger, la discografía de Metallica y todos los juegos de Rockstar Games combinados… Lo que pasa es que éstas son buenas salidas para no echarnos culpas de lo que hacemos como padres, amigos, directivos y sociedad en general, que no sabemos contener a un chico que sólamente necesitaba un abrazo y un par de oídos que lo escuchen… Suerte para todos y comenten antes que me vuelva un loco homicida y mate a todo el mundo…. Fue broma, pero por las dudas…

Lo prometido es deuda, y las deudas se saldan, tarde o temprano. Dedicado para vos Ripper!

La puerta de tu casa…

Me gustaría quedarme a esperarte en la puerta de tu casa, pero no puedo…

Nos conocimos hace dos semanas… Vos caminabas por la peatonal, buscando a nadie. Yo caminaba sin destino… Me gusta caminar por la peatonal de noche… Tiene ese no se qué que le dan las lucecitas, esas que parecen de árbol de navidad. Me paré, como hago varias veces, a escuchar a la chica que canta en la esquina. Vos me chocaste, sin darte cuenta. Como tantas otras personas, venías pensando en otras cosas… Pero vos no eras como las otras personas… El trabajo, la escuela, la chicaquemegustasiesaquenomedabola, elpartidodefútboldeldomingo, eljuicioquemepuedehacerricoodejarmeenlaruina, quieroganarmelalotería… Eso es lo que piensa la mayoría, pero vos no… Vos estabas pensando en las luces, en las sombras, en la soledad de la noche. Había bastante gente, aunque del recuerdo no puedo borrar la idea de que estábamos vos, yo y la chica de la guitarra, nadie más…

Me quedaría a esperarte en la puerta de tu edificio, pero no puedo…

Perdoná, me dijiste… Me miraste, te miré… Te dije: No hay problema, son las luces. En eso pensaba justo, me contestaste, las luces, tan lindas, hacen pensar que una no está tan sola. No estás sola, te dije, estoy yo y está la chica que canta, bastante bien por cierto. ¿Querés ir a tomar un café…? ¿Por qué no? dijiste y nos fuimos a tomar algo a la General Paz

Me gustaría quedarme a esperarte en la puerta de tu departamento, pero pensarían que estoy loco…

Loco, me dijiste dos días después cuando salimos de nuevo. ¿Cómo se te ocurrió invitarme a salir la otra noche? ¿Y a vos?¿Cómo se te ocurrió aceptar? Retruqué rápido. Siempre contesto una pregunta con otra pregunta, me interesa saber las respuestas de los otros, es una buena forma de no abrirse hasta el momento apropiado. Deben haber sido las luces, dijiste. Reímos. Me habías contado que vivías sola, en Nueva Córdoba, barrio de estudiantes, y vos eras estudiante… Yo también…

Me quedaría a esperarte en la puerta de tu edificio, pero empezarían a sospechar…

Sospeché que eras una buena persona, y salimos de nuevo y de nuevo, todo esto hasta hace un par de días. Antes de ayer me dijiste que sólo querías ser mi amiga, que te había parecido una buena persona. Pero que no sentías lo mismo que esa noche en la peatonal. Deben haber sido las luces, dije para aliviar la tensión. Pero yo sabía la verdad, habías conocido a alguien más, pero no me lo querías decir. No me gusta que no me digan las cosas, a mí me gusta ser sincero, y no mentirle a la gente que quiero, pero entendí que no debía decírtelo…

Me gustaría esperarte en la puerta de tu casa, pero sé que no vas a volver…

Te seguí por un par de días, para saber si tenía razón. Estaba en lo cierto… Pero no me arrepentí de haberte seguido por la peatonal. Debenhabersidolasluces. Cuando llegaste a tu casa me acerqué… Discutimos… No vuelvas más, me dijiste… Pero me quedé…

Me gustaría aún quedarme a esperarte en la puerta de tu edificio, pero la policía se va a dar cuenta….

Que yo te maté

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Quería escribir una historiecita que se me cruzó por la cabeza hoy, después de andar dando vueltas por un blog de un tipo que escribe muy bien (Moscarey), que me hizo acordar de la época que escribía cosas… A esta pseudo-sección le puse retro-ficción, jugando con el mecanismo de los autitos de juguete, porque pensaba que las personas para escribir, antes se van para atrás, buscan en el pasado, momentos, sensaciones, pensamientos, vivencias, y lo mezclan con su imaginación… En fin, espero sus comentarios, críticas y lo que les guste decirme, cualquier cosa es bienvenida… De paso díganme si les gustó para seguir escribiendo y posteando… Saludos!

PD.: Terminamos con el trabajo de Comunicaciones, se viene el post.

PD2.: The english weblog is still under construction, but going… El blog en inglés sigue en construcción, pero hoy traduje el artículo completo de La historia del Caballero, el Dragón y la Princesa de la pág de Demonizer… De paso gracias!

PD3.: Ya estoy cansando, no? Esta es la última. Gracias a todos los que dejan su comentario o su firmita en el blog, se aprecia. Ahora sí, chau y suertes!


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