Sus manos sudaban… Había pensado en esto por mucho tiempo, pero ya era tiempo de dejar de hacerlo…
Él siempre fue visto como «el nuevo», nadie lo recordaba de otra forma, tal vez porque era retraído, tal vez porque rara vez socializaba con nadie, tal vez porque todo el mundo lo veía así… Él era un adolescente no muy alto, un poco desgarbado, estudiante promedio, 7 más o menos…
Caminaba por el pasillo, una amplia galería con arcadas, construída de la manera antigua… Perfecto, pensó él…
Desde que llegó, no había conseguido llevarse bien con la gente. Tampoco lo intentó, no era su estilo… Alguna vez había escuchado a dos chicos mayores que él, hablando en la calle sobre la fórmula de la popularidad en el secundario. «Putas y futbolistas» había dicho uno, el otro asintió…
Tal vez tenían razón, pensó…
Durante ese año y medio desde que entró a esa escuela, no había recibido más que tristeza… Cuando podían, lo encerraban los del equipo de fútbol y lo golpeaban… Pero eso no era lo que más le dolía… Lo llamaban estúpido, anormal, deficiente, marica, pero eso tampoco era lo que más le dolía… Hasta lo hicieron quedar como un pervertido en frente de Sofía, una de las pocas personas que se habían acercado realmente a él para ser su amiga…
Miró a su izquierda y a su derecha, en cuatro minutos sonaba el timbre…
Llegaron al punto de insultar a su madre, que había muerto años atrás en un accidente… Y él pensó que con eso era suficiente, que no iba a seguir aguantando sus novatadas… Él podía defenderse físicamente, contra uno, dos, hasta quizás podía con tres, pero no podía con quince, y ellos nunca fueron menos… Decidió avisar a las autoridades, pero sólo consiguió que se hablara con dos o tres y nadie fue realmente sancionado… Cosas de adolescentes, pensaron… Y las cosas empeoraron… Los ataques continuaron fuera del instituto, cada vez peores… Y él no tenía a nadie a quién acudir.
El incompetente del director no iba a decirle nada por estar fuera del aula, y si lo hacía, iba a decirle que había ido al baño a tomar un remedio… De todas maneras, no había nada que fuera a hacerle que lo afectara realmente, tal vez sólo retrasarlo…
Su padre se había vuelto un alcohólico después de la muerte de su madre, y rara vez estaba consciente… Sólamente para las visitas de la asistencia social… Al menos no se acercaba a su colección de armas, sólo lo golpeaba a veces con el cinto, como lo habría hecho su abuelo con él en otro tiempo…
Cinco, era el momento… Cuatro, ahora iban a pagar por todo… Tres, nadie más se iba a reir de él… Dos, Sofía… el director… Juan, el 11… todos… Buscó bajo su buzo de canguro… Uno…
Se oyeron dos disparos, y comenzó el caos… Nada iba a ser igual… Nunca más…
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Bueno, esta retro-ficción al final la saqué medio forzada, porque hace rato quería armar este post. Tal vez viene sobre un tema polémico que no creo que todos opinen igual que yo, pero esto es lo que yo pienso, metiéndome un poco con el estudiante homicida, suicida o que simplemente odia su vida y no sabe cómo defenderse…
Estas cosas pasan, nos guste o no en nuestra sociedad que segrega a los que no son como el estándar, a los «distintos». Y no es culpa de Marilyn Manson(la música con mensajes violentos), ni del GTA(video juegos), ni de Pikachu(la TV), ni del hombre de la bolsa(loquesea)… Es culpa de todos un poquito… Ayer viendo el video de Teenagers de My Chemical Romance noté que estaban censuradas palabras como «murder»(homicidio) y «gun»(arma), y la frase (censurado)»what you got under your shirt will make them pay for the things that they did»(lo que traés bajo tu remera los hará pagar por lo que hicieron). Aquí hay una posible interpretación de violencia, pero no lenguaje vulgar. No seamos tan f***ing puritanos…
¿Quieren ver violencia? Les aseguro que la realidad de los noticieros es peor que la última peli de Schwartzenegger, la discografía de Metallica y todos los juegos de Rockstar Games combinados… Lo que pasa es que éstas son buenas salidas para no echarnos culpas de lo que hacemos como padres, amigos, directivos y sociedad en general, que no sabemos contener a un chico que sólamente necesitaba un abrazo y un par de oídos que lo escuchen… Suerte para todos y comenten antes que me vuelva un loco homicida y mate a todo el mundo…. Fue broma, pero por las dudas…
Lo prometido es deuda, y las deudas se saldan, tarde o temprano. Dedicado para vos Ripper!